galvanizado por inmersión
La galvanización por inmersión es un proceso sofisticado de recubrimiento metálico que proporciona una protección excepcional contra la corrosión al sumergir componentes de acero o hierro en zinc fundido. Este proceso, que opera a aproximadamente 840°F (449°C), crea un recubrimiento unido metalúrgicamente que consiste en varias capas de aleación de zinc-hierro, rematadas por una capa exterior de zinc puro. El recubrimiento resultante proporciona una protección superior contra la oxidación y la corrosión, durando típicamente 50 años o más en muchos ambientes. Durante el proceso, el zinc fundido reacciona con la superficie del acero, formando una serie de capas de aleación zinc-hierro que son, en realidad, más duras que el acero base. Esto crea una barrera protectora robusta que no solo protege al metal de los elementos corrosivos, sino que también ofrece protección mecánica contra impactos y abrasión. El recubrimiento penetra todas las superficies, incluso aquellas de difícil acceso, asegurando una cobertura completa incluso en geometrías complejas. Esta protección integral hace que la galvanización por inmersión sea especialmente valiosa para aplicaciones con acero estructural, equipos exteriores y ambientes marinos donde la exposición a condiciones adversas es constante.